Mesón Molinero
Por: Susana Martín
Tostado por fuera y tierno por dentro. Es el punto exacto que hay que dar a los célebres pinchos de lechazo churro, una exquisitez a la brasa que hay que ir a probar a Traspinedo. Son muchos los mesones de la localidad que ofrecen este bocado, y en éste que elegimos por recomendación está realmente bueno. Llena (mucho), así que no se emocionen a la hora de pedir, con algún entrante ligero, una sopa castellana y una buena ensalada de la casa, es más que suficiente. Siempre hay que dejar sitio para la tarta de piñones, postre obligatorio.
Tradicional
Carta: 25-35 €.