Azurmendi

Por: Mikel Zeberio

Un picnic en el luminoso hall de entrada, un breve paso por la cocina, y un recorrido por el invernadero antes de pasar al mirador, así suceden los pases de los menús de Eneko en su brillante restaurante. Eneko Atxa practica una cocina de base sólida, heredada de su formación, pero con el cordón umbilical con la tradición culinaria de su pueblo aún intacto. Aunque haya llegado a la cumbre con sus tres estrellas Michelin, todavía está fuertemente relacionado con su entorno más inmediato, muy preocupado por el discurso estético que aprendió en lo que hoy es su restaurante Eneko. Hace de sus creaciones algo imaginativo y delicado, usa técnicas tradicionales y, sobre todo, sigue basándose en la memoria. Además de los reconocimientos de la ‘guía roja’, Azurmendi ha sido nombrado varias veces el restaurante más sostenible del mundo, y, al cierre de esta guía, situado en el puesto 14 en la lista de la revista Restaurant, por no hablar de su Premio Nacional de Gastronomía a mejor jefe de cocina. Eneko se ha embarcado ahora en la segunda fase más importante después de aprender: la de desaprender. ¡Qué recuerdos! En sus platos nunca sobra nada: desde ese huevo cocinado a la inversa y trufado que sigue más que vigente a su ‘Nuestro marianito’, su particular versión del popular pintxo de los bares bilbaínos. Y la adecuación en el tiempo del servicio, siempre impecable.