Txakolí Simón
Por: Mikel Zeberio
Es un restaurante del que se habla mucho, y bien. Los responsables de este éxito son, en primer lugar, la propiedad (encabezada por Óscar Lozano), pero también su famosa chuleta a la brasa. Baste decir que en temporada alta utilizan unos 60 chuleteros a la semana. Tienen dos comedores y una campa con mesas de madera al estilo de los antiguos txakolis –como el que regentaba aquí Simón en los años 30– que hace las delicias de los visitantes en días soleados. Su visión de la gastronomía, exenta de barroquismos, se basa en la tradición: platos con identidad y sencillez que profesan un respeto reverencial por el producto. Pimientos verdes del país (en temporada), chorizo a la sidra, morcilla de verdura, anchoas del Cantábrico… Sin olvidar otra de sus especialidades, el bacalao a la vizcaína y, tampoco, sus extraordinarios postres. Disponen de una carta de vinos excelente, con unas 200 referencias.
Menús: 45, 50 y 55 €. Carta: 50-55 €.