Rafa
Por: Alberto Fernández Bombín & Rodrigo Varona
Pese a su impecable reputación, al hablar de esta veterana casa con más de 60 años a sus espaldas, a menudo nos encontramos con un par de malentendidos. El primero, y menos importante, su nombre, ya que aparece mencionado a menudo como ‘Casa Rafa’. El segundo, de mayor calado, su consideración en algunos círculos como ‘sólo’ una marisquería cuando la realidad es que en su comedor –o en la agradable terraza– se sirven grandes productos marinos, pero también magníficos guisos y platos de carne tradicionales (albóndigas, manitas, perdiz escabechada). Por si fuera poco, el servicio no es de los que se ha dormido en los laureles y la carta de vinos resulta bastante más estimulante que en muchos locales de la misma escuela. Por último, no podemos olvidarnos de su barra, una de las mejores de la ciudad, auténtico templo al que ir a degustar su mítica ensaladilla, un salpicón de campeonato o el mejor montadito de ternera de la ciudad.
Carta: 50-80 €.