Gresca
Por: Laura Conde
Que Rafa Peña se quede siempre fuera de las Michelin es una queja recurrente en el sector que parece importar bien poco al cocinero. Suyos son los inefables bocatas de Bar Torpedo –con una hamburguesa de nota– y el ya mítico bikini de lomo ibérico y queso Comté de Gresca Bar, su apuesta más informal a base de tapas, platillos y vinos naturales. En Gresca, Peña propone una cocina de mercado con su punto exacto de filigranas, las justas para no eclipsar un gran producto en su máximo esplendor. Pese a que la carta es una maravilla, si vamos a mediodía la mejor opción es su menú, que se encuentra entre lo mejorcito de la ciudad por su relación calidad-precio. Eso sí, conviene dejar sitio para el postre: la torrija es mítica.
Menú mediodía: 22,50 €. Carta: 40-45 €.