Askua
Por: Almudena Ortuño
Un espíritu salvaje que se enfunda el traje de chaqueta. A Askua hay que ir a la caza del producto, pero con los modales bien aprendidos, porque la casa de Ricardo Gadea es un templo donde regodearse en las mollejas y el tuétano a la brasa, la cecina de Wagyu o la chistorra de Lasarte, pero sin alterar el equilibrio de una sala calmada y elegante. Por ella se pasea el anfitrión, en perfecta armonía con la personalidad del restaurante. Hay belleza en el culto a la carne, sin olvidar las cocochas de merluza o las angulas al pil-pil; y sería un error perderse la tarta de queso. Entonces sí, podemos desabotonarnos la americana.
Carta: 70-90 €.