Las Llaves

Por: Juan Antonio Díaz

Enclavado en la señorial Casa-Palacio Ramírez de Arellano del siglo XVI, sirvió de lugar de descanso a Felipe II y de cuartel general a Felipe V en una de esas guerras de Secesión. Por su carácter histórico, necesitó de una rehabilitación a través de una empresa especializada; una obra larga y costosa, pero cuyo resultado final mereció la pena, pues hoy es uno de los restaurantes más vistosos de Castilla-La Mancha. Al frente, María González Prats y su esposo Roberto Rodríguez, cocinero de largo recorrido que elabora una cocina de amplios matices. A saber: raviolis trufados, lomos de sardinas marinadas con tomate, carpaccio de ventresca de atún rojo, rodaballo con salsa Perigord, manitas de ibérico deshuesadas y gratinadas, hojaldre con crema inglesa, nata y salsa de frambuesa, y tiramisú con bizcocho de chocolate, fresas y culís de vino tinto.