Karlos Arguiñano.

Por: Mikel Zeberio

El Castillo de Mendilauta, un palacete de finales del siglo XIX en primera línea de playa, es el marco de un acogedor hotel de cuatro estrellas y su restaurante, propiedad de Karlos Arguiñano. Su eficaz equipo y cinco de sus hijos están a diario al frente del establecimiento haciendo un trabajo magnífico y practicando una altísima cocina. Por la cercanía de los pueblos de Getaria y Orio, sus platos se nutren de pescados capturados por los pequeños botes que salen a pescar, pero las carnes también son deliciosas.